En España manda el rey, y en Sierra Morena El Tempranillo

Cuenta una leyenda popular que iba un arriero con un burrito cargado de años y escualido. En el transportaba pellejas de vinagre y con ellas pretendia comerciar. Tanto el burrito como el amo estaban a punto de caer por el hambre, pero intentaban hacer su negocio. En eso se toparon con un jinete con un caballo blanco, un jinete enjuto de no mucho tamaño,.. poco mas de metro sesenta pero con ojos grises, una mirada de ave de presa. El jinete se quedo mirando al arriero que temblaba, no se sabe si por el hambre o por el miedo que le provocaba aquella imagen. El jinete le pregunto ¿Dónde vas? ¿Dónde vas con ese burro que esta a punto de caerse, que parece una atracción de feria?
-No tengo otra cosa. Contesto el arriero. Con el me gano la vida, el sustento para mi y para mi abundante familia. El jinete saco una bolsa y le dijo:
- Acércate al pueblo de al lado, llégate a la casa del herrero, cómprale una mula, la vende por 1500 reales que son estos que ahí van. Le lanzo la bolsa, el arriero estupefacto la cogió y al instante el jinete le dijo:
- Ay de ti que no compres esa mula, porque has de saber que si te encuentro y no llevas la mula, iréis el burro y tu  por ese barranco.
    El arriero sabia que se habia topado con un bandolero, y sabia que la palabra de bandolero era inexcusable, cogio la bolsa conto y efectivamente habia 1500 reales.
Con ellos se acerco a la hacienda del herrero y le compro la mula, desde entonces  su vida iria a mejor.
    Un detalle esa misma noche dos hombres se acercaron a la herreria, sacaron sus facas, y le pidieron al herrero la bolsa. El herrero dijo:
-No, no, yo no tengo nada.
-¿ Como que no?, esta tarde has vendido una mula y la has vendido por 1500 reales.
El herrero viendo que su vida peligraba saco su bolsa y se la dio a los dos hombres. Cuando estos se marchaban de la herreria le dijeron, los respetos, los saludos de Jose Maria El Tempranillo